Siempre va a haber otra montaña esperándote para escalarla, siempre vas a querer subirla. Puede ser una batalla difícil, vas a tener que perder y otras veces te va a tocar saborear lo que es ganar, pero no se trata de la rapidez con que vas a llegar ni de lo que te está esperando al otro lado, ES LA SUBIDA.
La subida, la sensación de que estás llegando a donde querías, el sentimiento de que lo vas a conseguir, eso es lo que nos hace felices. A veces cuando conseguimos la meta, llegamos a desilusionarnos porque durante el camino nuestras expectativas eran mayores, por eso realmente, nos pasaremos la vida escalando esperando obtener al menos una pizca de esa felicidad por la que estamos luchando.
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