Precipicio.
- ... Y entonces me dijo que lo nuestro era imposible. Ya ves. No era la primera vez que me enamoraba de un imposible, pero dolió como si lo fuera. Sonó un extraño 'crac' dentro de mi, como a cristales rotos, y ya no volví a sonreír como antes. Y, después de eso, las esperanzas pasan a ser falsas, y te despiertas del sueño mas bonito del mundo; pero un sueño, a fin de cuentas. Y la realidad, bueno, qué dura y fría te parece. Los días se te hacen largos, y mas largas las noches. Y no quieres llegar a ningún lado, solo quieres escapar, y no sabes ni a donde. E intentas sobrevivir como puedes, llevando la vida que llevabas, porque eso no ha cambiado. El mundo no va a pararse porque te hayan roto, por desgracia. Y la gente te ve y te pregunta:¿Estás bien?, y tu sonríes,'Si, claro', respondes, porque no quieres dar explicaciones. No quieres hablar de ello. No quieres decirle a nadie que has vuelto a tropezar donde siempre, que no has aprendido nada, que sigues siendo la misma gilipollas que cierra los ojos cuando se enamora, la misma que siempre termina cayéndose por algún precipicio. Y lo que duele... No es un dolor físico,claro. Ni siquiera es psicológico. Es una sensación de frió, pero no sirve taparse. Congela todo lo que merece la pena: las ganas, las ilusiones, las pocas esperanzas de reserva, el optimismo. Y sucumbes. Poco a poco, empiezas a tiritar, y te quedas muy quieto. Suena la alarma del reloj y tienes que levantarte, pero no quieres. No. Quieres ser como una piedra, y las piedras no van a trabajar. Y así, poco a poco, los días van pasando, uno detrás de otro, con una lentitud que da miedo. Y, de repente, y no tan de repente, pero un día, conoces a alguien y te hace sonreír, y lo necesitas tanto que, joder, te olvidas de todo lo demás. Y vuelves a sonreír. Le pides el teléfono a esa persona, y empezáis a hablar a todas horas, sobretodo por las noches.
-¿Y entonces?
- Entonces cierras los ojos , te sitúas al borde de un precipicio, y deseas con todas tu fuerzas, a punto de saltar, que venga esa persona y te salve. Solo deseas eso. Con todas tu fuerzas. Y, si tienes suerte, sientes como te agarran sus brazos en el ultimo momento. Y sonríes. Y, si no tienes suerte...
-¿Qué pasa?
- Que deseas volver a ser como una piedra.
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