Una historia no aparece por arte de magia, una
historia no se puede fabricar de la noche a la mañana, una historia necesita
alimentarse de sentimientos, emociones, risas, llantos recuerdos, sensaciones,
abrazos, momentos de odio, de amor, de desesperación y así es la única manera
de que crezca.
Cuando comienzas a escribirla te das cuenta que algo falta, que tú sola no
puedes, que necesitas alguien que te de motivos para construirla y te tropiezas
con él y te das cuenta que tu historia ya no es solo tuya que ahora es nuestra
historia y que te faltan días de tu vida para estar con él. Nadie puede adivinar el final de esta historia ni si quiera se si tendrá final,
pero de algo estoy muy segura y es que quiero seguir con él atravesando
chaparrones, diluvios, baches, socabones lo que sea necesario, pero juntos.
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