Ojalá la vida fuese un ensayo y tuviésemos la
jueves, 22 de enero de 2015
Nunca estamos listos para los momentos grandes de la vida.
"¿Alguna vez has tenido el papel principal en una actuación? ¿Un solo en un recital? Todos los ojos puestos en ti, esperando a que hagas lo que vinieron a ver, sintiendo la increíble presión de actuar. Masas de personas que se preparan para el espectáculo. El escenario se monta. Hay trajes, máscaras, maquillaje. Todo se ha ensayado y coreografiado. Todo preparado para el momento en el que suba la cortina. Ya sabes lo que dicen de Carnegie Hall: sólo hay una forma de llegar ahí.
Ojalá la vida fuese un ensayo y tuviésemos laoportunidad de repetir. Podríamos practicar y practicar hasta hacerlo bien. Desafortunadamente, todos los días de nuestra vida son su propio espectáculo. Parece que aun cuando tenemos la oportunidad de prepararnos y practicar, nunca estamos listos para los momentos grandes de la vida."
Ojalá la vida fuese un ensayo y tuviésemos la
Los muros...
"Los muros existen para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto deseamos algo. Los muros están para frenar a la gente que no desea suficientemente algo. Están para frenar a los demás" (Randy Pausch)
La mayoria necesitamos los huevos.

Recordé aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina. Y el doctor responde: ¿pues por qué no lo mete en un manicomio? y el tipo le dice: lo haría, pero necesito los huevos. Pues eso es más o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas. Son totalmente irracionales, locas y absurdas; pero supongo que continuamos a mantenerlas porque la mayoría necesitamos
Desear algo.
Con demasiada frecuencia, lo que más deseamos es lo que no podemos tener. Desear nos destroza. Nos desgasta. Desear algo puede poner nuestra vida patas arriba. Es difícil ser de los que quieren algo pero, sin lugar a dudas, es mil veces peor ser de los que nunca saben lo que quieren.
Depende cómo enfoques el problema.
Que como siempre me quedo con lo mejor de lo vivido. Que eso de andar en círculos no me gusta porque acabas donde empezaste. Que a veces es mejor dejar que las cosas suenen a derrota, porque al menos despegaste los pies del suelo. Que hay cosas que saben a cielo pero hay que dejarlas ir porque duelen como un infierno. Y que sobretodo, los imposibles no existen, solo depende de cómo enfoques el problema, y más importante aún, la solución.
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